¿Qué es el Alba?
La Alternativa Bolivariana para las Américas
(ALBA) es, fundamentalmente, un modelo de integración de los Pueblos del Caribe
y América Latina quienes comparten espacios geográficos, vínculos históricos y
culturales, necesidades y potencialidades comunes.
Se trata, entonces, de un esquema de integración
basado en principios de cooperación, solidaridad y complementariedad, que surge
como una alternativa al modelo neoliberal, el cual no ha hecho más que
profundizar las asimetrías estructurales y favorecer la acumulación de riquezas
a minorías privilegiadas en detrimento del bienestar de los pueblos.
El ALBA se fundamenta en la creación de
mecanismos para fomentar ventajas cooperativas entre las naciones que permitan
compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. Intenta
atacar los obstáculos que impiden la verdadera integración como son la pobreza
y la exclusión social; el intercambio desigual y las condiciones inequitativas
de las relaciones internacionales, el acceso a la información, a la tecnología
y al conocimiento; aspira a construir consensos, para repensar los acuerdos de
integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional
que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una
creciente calidad de vida para los pueblos. En ese sentido, la construcción del
ALBA en el Caribe afianzará el desarrollo endógeno, soberano y equilibrado de
los países de la región.
Su principio está basado en la cooperación de
fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja
a los países de menor desarrollo frente a los desarrollados.
Por esta razón la propuesta del ALBA le otorga
prioridad a la integración latinoamericana y a la negociación en bloques
sub-regionales, abriendo nuevos espacios de consulta a los fines de profundizar
el conocimiento de nuestras posiciones e identificar espacios de interés común
que permitan constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones similares
en el proceso de negociación.
El ALBA es una propuesta enfocada a construir
consensos que conlleven a repensar los acuerdos de integración en función de
alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que contribuya a erradicar
la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad
de vida para los pueblos. La propuesta del ALBA se suma al despertar de la
conciencia expresada en la emergencia de un nuevo liderazgo político,
económico, social y militar en América Latina y el Caribe; hoy más que nunca, conviene
relanzar la unidad latinoamericana y caribeña.
Principios rectores del ALBA
1. La integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio
y las inversiones, en cambio la Alternativa Bolivariana para América Latina
(ALBA) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza y
la exclusión social.
2. En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia crucial a
los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la
integración física.
3. En el ALBA, la lucha contra las políticas proteccionistas y los
ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de
los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.
4. Para los países pobres donde la actividad agrícola es fundamental,
las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían irreversiblemente
afectadas si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados, aún en los
casos en los cuales no exista subsidio.
5. 5.
La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía, es la base
para preservar opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio,
define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente
con la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos países la agricultura
es, más bien, un modo de vida y no puede ser tratado como cualquier otra
actividad económica.
6. ALBA
tiene que atacar los obstáculos a la integración desde su raíz, a saber:
a. La
pobreza de la mayoría de la población;
b. Las
profundas desigualdades y asimetrías entre países
c. Intercambio
desigual y condiciones inequitativas de las relaciones internacionales
d. El
peso de una deuda impagable
e. La
imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las
rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político.
f. Los
obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología
que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y,
g. Prestar
atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera
democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social.
7. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que
sólo llevó a brutales procesos de desregulación, privatización y desmontaje de
las capacidades de gestión pública.
8. Como respuesta a la brutal disolución que
éste sufrió durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora
el fortalecimiento del Estado con base en la participación del ciudadano en los
asuntos públicos.
9. Hay que cuestionar la apología al libre comercio, como si sólo
esto bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de
crecimiento y bienestar colectivo.
10 Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las
disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede
conducir sino alfortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más
débiles.
11. Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda
económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta
de los organismos internacionales.
El Alba en el Caribe
El ALBA adquiere una dimensión especial en el
Caribe por la existencia de condiciones objetivas que permitirían avanzar rápidamente
en el proceso de integración a través del desarrollo de un programa de
cooperación integrado y consistente, orientado a construir las bases del
desarrollo socioeconómico sostenible y la consolidación de una comunidad de
naciones. Destaquemos, entonces, que las propuestas del Alba para el Caribe no pretende
entrar en conflicto con los acuerdos multilaterales o subregionales existentes,
sino que, por el contrario deben ser asumidos como complementarios.
Por ello, las iniciativas deben mantener una
visión sistémica e integradora, tomándose en cuenta la complejidad de los
procesos y la inseparabilidad de las dimensiones política, social, económica,
cultural, ambiental, de seguridad y soberanía de los pueblos del
Caribe.
El Caribe es un reservorio de riquezas
energéticas, acuícola y es rica en yacimientos de minerales estratégicos. Se
trata de una región llamada a convertirse en una potencia turística mundial y
de prestación de servicios marítimos por su ubicación geoestratégica. Es
asimismo, una zona de amplio y rico perfil cultural y étnico.
Por
otro lado, la comunidad de naciones caribeñas ostentan un peso político importante
en organismos multilaterales internacionales como la ONU y la OEA y que le valen
una importante capacidad de negociación a la hora de la toma de decisiones.
Sin
duda, todas estas capacidades se potenciarían en el marco de un proceso de integración
como el que propone el ALBA. El Caribe es un mercado relativamente pequeño, de
36.25 millones de habitantes. Sumando a la CARICOM (15,7 millones), Cuba (11.3
millones) y República Dominicana (9,1 millones): la región alcanza los 62,8
millones de habitantes, si incluimos a Venezuela; el PIB de la región alcanza
los 80.000 MM USD de los cuales el 36.25% (28.000 MM
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